¡Hoy sólo me puede parar la muerte! |
Por ti por mí, porque el mundo es nuestro, tú no me abandones que yo ya haré el resto. Pongo a este vino de testigo, y seguiré siguiéndote, mas si quiero ser honesto contigo. Yo sé más del deseo que de la satisfacción. Y sé que tú aún estás por conquistar, pero esa es mi emoción. Hoy te abres ante mí, como un universo, vestida de piano y saxofón para la ocasión. Sexo con tu violador consentido. Mi pretexto: esta cena contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario