martes, 22 de noviembre de 2011

Es horrible perderse a uno mismo. Lo peor de ello es que, como consecuencia, puedes perder a la persona que tienes a tu lado. O viceversa. Es un bucle estúpido pero totalmente aterrador a la par que consumidor. Por primera vez en un par de años, vuelvo a sentir que mi esencia se consume con el paso de los días, y que me pierdo. Que lo voy perdiendo todo. Y no puedo más.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿No pensáis que la figura de un pollo es muy cómica? Es uno de los animales, junto al puerco, que resulta muy gracioso, ¿no creéis? Hay gente que cree en Dios, otros en sí mismos... Yo creo en la gracia particular del pollo.

viernes, 10 de junio de 2011

No está nada mal eso de vivir experiencias nuevas, aunque estoy comprobando que no todo está hecho para todos. La miel no es para la boca del burro. 

martes, 8 de marzo de 2011

jk


  No intentes buscarle sentido a todo aquello que haces, simplemente lo haces. No busques cómo hacer las cosas, no las calcules, hazlas. Pasa a la acción. Tendemos a decir palabras y palabras, y nunca nos atrevemos a hacer las cosas como es debido. Quizá sea por el miedo a la reacción, por las consecuencias o qué sé yo. Bueno, quizá no, es casi seguro


  Tirémonos un rato al sofá y pensemos en lo bueno, en lo malo, en lo de acá y en lo de allá. Busca aquello que te libre del estrés, aquello que te otorgue la tan deseada felicidad. Entonces has sucumbido, estás buscándole un poco de sentido. Bueno, no pasa nada, así funciona el ser humano. Una mente con capacidades increíbles. Una mente digo, y un cuerpo. Porque la mente es tu mente cuando logras controlarla, así lo dicen los budistas.  Y es difícil controlar una mente que tiene desequilibrios, una mente que no logra quedarse en blanco, que no logra relajarse... Pero siempre se puede intentar, pongamos de nuestra parte para conseguirlo, y crreo que así puede ser todo un poco más ameno, más fácil incluso.
  Disfruta del derecho al delirio, del silencio... Disfruta de las palabras calladas, de aquellas que carecen de sentido, de las que lo tienen. Disfruta de los momentos de rabia, porque los de felicidad que le siga serán superiores. Disfruta todos y cada uno de aquellos segundos que no estés agusto. Cuando sientas que no puedes más, es cuando debes darlo todo... 


me gusta cuando callas, porque estás como ausente.

martes, 1 de marzo de 2011

Que no estaban muertos joder, estaban de parranda. ¿Quién es el soso si mi estado normal es tranquilamente nervioso?

Marzo

Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando!
Las vueltas que da la vida... Nunca te hubieras imaginado que estarías en ese lugar y en esa hora ni... con esa persona. Y de repente te plantas en el limbo, a las luna menos cuarto con un señor muy elegante. Has disparado muy tarde tu imaginación y ella te ha ganado a ti. Un fajo de suerte que se ha apoderado de tu corriente vida y le ha dado un toque verde fosforito, que ha conseguido darle acidez, alegría, felicidad, curiosidad y misterio a tu vida. No creas que ha sido de casualidad, ha sido de repente, que no es lo mismo.
La musa que inspira al poeta, no lo hubiera imaginado.
El cacique que falseaba votos, no lo hubiera imaginado.
La cantante que afinaba su voz con un whisky a su derecha, no lo hubiera imaginado.
Aquel gato negro que subía por tu pared, no lo hubiera imaginado.
Nadie... lo hubiera imaginado.
Pero como siempre digo, las cosas sucederán como nunca las habías pensado... y ya está, ya ha llegado, es el momento, ¡y es perfecto!

martes, 1 de febrero de 2011

Como un paseo por la playa. Cogernos de las manos. Las sudaderas azules oscuras anchas. Una noche de fuegos artificiales. Mis tranquilizadores andares. Mañana. Ayer. Azul oscuro casi negro. Una bella melodía. Pelos de punta. Frío que recorre la espalda. Mis manos en los bolsillos y tus suéters a rayas. Un café caliente. Rúsia. Bufandas. Ver la vida a través de una Nikon. Estar enamorado del amor. Los zumos de naranja recién exprimidos. Venezia. La Habana. El Cairo. Buenos Aires. Aprender a volar, no sólo planear. Recordar Madrid, Granada, París...Galicia! Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro. Noviembre, Matilda, Le joyeux des enfants, Amores Perros, Big Fish, Amélie. Inventarse tu propio idioma. Sentir Cortázar, Neruda, Bécquer, Lorca, Benedetti. Ser guardián de tu entrepierna. Pasta, Marisco, Mojito, Tikka Masala, CocaCola-Zero. Crearte a ti mismo desde un lienzo en blanco. Babear con Dalí, Boticceli, Miguel Ángel, Warhol. Si non e vèro, e ben trovato. Saber que la vida es más fácil cuando se escribe. Pasar 48 horas sin salir de la cama. Callos en los pensamientos. Marx, Aristóteles, Nietszche, Jung, Platón. El chocolate y el pan recién hecho. Un festival de música indie. The Strokes, Franz Ferdinand, Gorillaz, MGMT, Death Cab For Cutie, The XX, LCD Soundsystem. Estados Unidos, Hong Kong, el Soho. Otoño, invierno, primavera y...verano. Frío. Bufandas y gorros. Marrón. Agua. Hojas secas. Orgasmos.

domingo, 16 de enero de 2011

not afraid


Hay veces que no te encuentras, y no es que no quieras, es que definitivamente no puedes hacerlo. Te ves incapaz de ello o por lo menos por el momento. Siempre me pregunto porqué el karma no es justo con todos y llega a ser tan caprichoso con aquellos que menos lo merecen. A veces pienso que todas esos malos actos que tienen algunos nunca les vienen encima a ellos, y es la verdad, es así, deberé aceptarla supongo.
Nunca encuentro mi lugar, porque siempre quiero algo que no tengo. Es duro eso de querer algo y no tenerlo o no saber cómo poder conseguirlo. Siempre termino luchando por ello, es algo que me caracteriza, algo por lo que quiero seguir adelante, porque al fin y al cabo, mi meta es la felicidad, como la del resto de mundo civilizado, supongo. Pero nadie me ha dicho que sea fácil llegar a ella, y lo corroboro.
¿Qué pasa cuándo deseas algo? ¿Quién acude en tu ayuda? ¿Quién pone su mano en el fuego por arriesgar? Soy de esas personas que tienden a dar lo mejor al resto, pero no siempre te ofrecen la misma cara de la moneda, y es ahí cuando te planteas muchas cosas, quizás demasiadas incluso. También soy de ese tipo de personas que un día ama la sociedad, y al día siguiente la odia. En mi equilibrio conviven odio social con amor social. Y eso es algo difícil de llevar, y mucho más de saberlo llevar. Pero muchas veces he prometido no fallarme a mí misma, seguir adelante, ser feliz -o intentarlo-, así que por mi propia dignidad no voy a permitir caerme cada vez que no consiga lo que quiero, pero tampoco subiré tan alto, por asegurarme que las posibles caídas no sean tan dolorosas.
En definitiva, soy una persona quizás un poco inconformista, pero fácil de hacer feliz. Confusa, pero firme cuando se aclara. Bipolar, pero alegre la mayoría del tiempo. Sonriente, pero a veces no se pinta su sonrisa en la cara. Feliz, pero no siempre lo está. Agradable, pero dura cuando no lo es. Borde, pero sólo cuando toca serlo. Totalmente...enamorada de la vida, enamorada del amor, y enamorada de la felicidad. 

sábado, 8 de enero de 2011

Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio. 
Allí estaba el imponente espejo de mano al costado del sendero, como esperándolo. 
Se acercó, lo alzó y se miró en él. Se vio bien. 
No se vio tan joven, pero los años habían sido bastante bondadosos con él. 
Sin embargo había algo desagradable en la imagen de sí mismo. 
Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia: 
La bronca, 
el desprecio, 
la agresión, 
el abandono, 
la soledad. 
Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea. 
Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más. 
Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. 
Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes atraen a los metales. 
Resistió y aceleró el paso. 
Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo. 
Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama 
y se tapó la cabeza con las sábanas. 
Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; 
pero no podía evitar la memoria de esa imagen: 
la del resentimiento, 
la del dolor, 
la de la soledad, 
la del desamor, 
la del miedo, 
la del menosprecio. 
Había ciertas cosas indecibles e impensables... 
....Pero él sabía dónde había empezado todo esto. 
Empezó esa tarde, hace treinta y tantos años... 
El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros. 
Esa tarde el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto. 
Esa letra. 
Esa. 
La letra necesaria para nombrar al otro si está presente. 
La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.. 
Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados... 
y entonces no habría motivo para sentirlos necesarios... 
y sin motivo ni forma de invocarlos, se sentiría, por fin, libre..... 

Escribiendo sin "U" 
puedo hablar hasta el cansancio de mí, 
de lo mío, del yo, 
de lo que tengo, 
de lo que me pertenece... 

Hasta puedo escribir de él, 
de ellos 
y de los otros. 

Pero sin "U" 
no puedo hablar de ustedes, 
del tú, 
de lo vuestro. 
No puedo hablar de lo suyo, 
de lo tuyo, 
ni siquiera de lo nuestro. 

Así me pasa... 
A veces pierdo la "U".... 
y dejo de poder hablarte, 
pensarte, amarte, decirte. 

Sin "U" yo me quedo pero tú desapareces... 
Y sin poder nombrarte, 
¿cómo podría disfrutarte? 

Como en el cuento... si tú no existes, 
me condeno a ver lo peor de mí mismo 
reflejándose eternamente, 
en el mismo mismísimo tonto espejo.
sin u

,

la sangre en mis venas me obliga a tirar pa'lante,
tengo demasiados problemas para olvidarte.