viernes, 23 de marzo de 2012

Déjales, no saben lo que hacen.

Me gusta haber evolucionado tanto y por una vez sentir la ausencia de involución. Involución que te lleva a sentir que estás en la más absoluta destrucción. Pero no, por una vez esto no es así. Es la primera y es el principio del final, estoy más que segura. ¿Qué será ahora del resto de la vida? ¿Qué pensarán? ¿Qué pensaré dentro de un mes? ¿Y de un año?

Tengo tantas cosas en mi cabeza que no me basto con nada, no sé cómo callar mis ansiados pensamientos, como saciar mi sed de conocimiento. Quiero beber de esa fuente que llaman sabiduría, quiero empaparme de fortaleza. De momento cuento con unas increíbles ganas de vivir, de conocer, de conseguir, de luchar... Simplemente empiezo a ver cómo nos elevamos. Cómo me elevo.

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